Que todo se rompa..

“Suelta”.
Mientras lloraba como una niña.
“Deja que todo se rompa”.
Mientras la desesperación se apoderaba de mí.
“Deja que se vayan”.
Mientras el dolor del abandono me convertía en una cáscara vacía.
“Suelta el control”.
Mientras intentaba agarrarme a ellas para que no se fuesen.
“Deja que todo se derrumbe”.
Mientras pedía perdón por algo que no había hecho.
“Deja que su ausencia abra espacio para algo nuevo”.
Mientras mendigaba amor.
“Suelta. Suelta mi amor”.

Mientras mi corazón se rompía, mi alma me hablaba.
Por fin, la escuché.